Sabater Trenard

Protección del Hogar - Seguro Integral

12.06.20 06:46 PM Comentario(s) Por Jorge

Para la mayoría de nosotros tener un “techo propio” constituye una de las primeras metas de la vida cuando empezamos a trabajar, pues representa nuestro refugio seguro y el de nuestra familia, aún en los tiempos más difíciles.

Tan es así, que para lograrlo, más del 75% de nosotros acudimos a créditos hipotecarios que nos enganchan en compromisos económicos a tan largo plazo, que a veces representan toda nuestra vida productiva.

Resulta curioso que a pesar de que nuestro hogar es el bien más preciado y por el que trabajamos toda la vida, no siempre nos detenemos a pensar que podemos perderlo. Y si pertenecemos al grupo que dedica su vida a lograrlo, perderlo equivaldría a perder toda nuestra vida de trabajo. Y sucede.

Que nuestra casa se incendie, que un terremoto la destruya o que un deslizamiento la deje inhabitable puede ser lo peor que nos pase en la vida, o solo una situación transitoria. Que sea de una u otra forma dependerá solo de una cosa, de si contamos o no un seguro y que sea el apropiado.

En mi experiencia hay dos errores por los que tendemos a dejar expuesto este riesgo tan delicado:

1.  Creemos que porque nuestra casa vale mucho dinero, asegurarla sería muy costoso.

2.  Nuestro crédito hipotecario ya contempla un seguro y creemos que con ese ya estamos protegidos.

Creemos que será costoso porque por desconocimiento hacemos una relación entre el valor y el costo del seguro de nuestro vehículo y lo escalamos a lo que costaría el seguro de la casa, pero no funciona así.

Los seguros de vehículos son mucho más costosos que el resto porque conllevan mayor riesgo. Los seguros sobre la propiedad tienen tarifas mucho más bajas porque su riesgo es menor. Los llamamos “riesgos nobles”. Hay muchísimos más accidentes de tránsito que daños a propiedades.

Como casi todos tenemos un crédito hipotecario, el segundo error es el más frecuente. El seguro que suscribe el banco protege el saldo de la deuda, no lo que vale la propiedad. Tampoco cubre los bienes contenidos en ella, no ofrece la amplitud de coberturas de los seguros integrales y muchas veces es más caro.

Si tenemos este seguro y se incendia la casa, el banco recibirá del seguro toda la indemnización hasta cubrir el saldo de la deuda y si sobra, nos lo pagan. Perdemos la casa, el valor no cubierto y el menaje. Lo perdemos todo.

En cambio, si bien es cierto que al tratarse de un crédito hipotecario el acreedor tiene derecho a exigir la contratación del seguro con las coberturas y valores mínimos que protejan la deuda, por ley la persona es libre de escoger la aseguradora y el intermediario de su preferencia. Por eso mi recomendación es que coticemos y contratemos por cuenta propia el seguro que proteja correcta e integralmente nuestro hogar y nuestra economía, más allá de los intereses del banco y muy probablemente a menor costo.

Adquiriendo el seguro por nuestra cuenta también tendremos acceso a coberturas de bajo costo como daños en tuberías, daños maliciosos, rotura de vidrios, inhabitabilidad de la vivienda, desplazamiento temporal del contenido, robo, responsabilidad civil familiar, pérdida de rentas (muy interesante para quienes alquilan su propiedad) y servicios de asistencia al hogar como cerrajero, fontanero y otros.

Estoy seguro que muchos de ustedes se sorprenderían del costo tan bajo que tiene asegurar su casa y hacerlo bien, les invito a que nos consulten.


Jorge Sabater Trenard

Jorge

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