En Costa Rica lo llamamos “seguro de daños a terceros”, es probablemente el más conocido y también el más importante de los seguros.
En casi todo el mundo, nuestro país es una de las excepciones, mantener activo un Seguro de Responsabilidad Civil es un requisito obligatorio para que un vehículo pueda circular.
Considero que es el más importante porque conducir un vehículo es una de las actividades humanas más comunes y también, una de las de mayor riesgo. En el año 2018 en Costa Rica se registraron más de 75.000 accidentes (más de 200 por día), de los cuales el 20% incluyó heridos o fallecidos.
Cada uno de estos accidentes causó, al menos, lesiones al patrimonio de alguien y una obligación para el causante de resarcirlos. Y debemos tener presente que los daños derivados de accidentes de tránsito generalmente son muy costosos y encontrarnos súbitamente obligados a afrontarlos, podría traernos consecuencias tan graves como poner en riesgo nuestra estabilidad económica.
El seguro de daños a terceros es el único instrumento existente que nos permite asumir esta responsabilidad, sin afectar nuestras finanzas. A cambio de un costo reducido cedemos el riesgo a una aseguradora que está preparada para afrontarlo por nosotros y, además se encarga de darle el servicio al tercero afectado cuando ocurre el evento.
Hablamos entonces, de una herramienta que nos hace la vida más fácil, nos brinda respaldo, tranquilidad, confianza y lo más importante, cubre nuestra responsabilidad.
Si tenemos un vehículo, seamos responsables y tengamos también como mínimo, un seguro de daños a terceros.
Jorge Sabater Trenard